¡Tú!, sí, tu. Hazme caso. ¿Me escuchas? ¿Hola?.
No lo hagas, no sirve de nada ¿No lo ves? Si te digo que no, ¿por qué lo haces?.
Si no te importo dímelo y me voy. ¿Estás ahí?, ¿me escuchas?
No soy quién para imponerte mis leyes, pero lo hago porque tu a mi sí que me importas, ¿oíste? Me preocupo por ti, y no quisiera que te arrepintieras luego.
Con poco se puede empezar y con mucho se termina acabando, más bién con demasiado; acabarás desbordado y sin darte cuenta.
Tienes que saber que mientras tu te diviertes las demás personas que te tenemos un mínimo de cariño estamos amargándonos.
¿Me oyes?
No hay comentarios:
Publicar un comentario