martes, 27 de septiembre de 2011

Querido tú.

¡Tú!, sí, tu. Hazme caso. ¿Me escuchas? ¿Hola?.
No lo hagas, no sirve de nada  ¿No lo ves? Si te digo que no, ¿por qué lo haces?.
Si no te importo dímelo y me voy. ¿Estás ahí?, ¿me escuchas?
No soy quién para imponerte mis leyes, pero lo hago porque tu a mi sí que me importas, ¿oíste? Me preocupo por ti, y no quisiera que te arrepintieras luego.
Con poco se puede empezar y con mucho se termina acabando, más bién con demasiado; acabarás desbordado y sin darte cuenta.
Tienes que saber que mientras tu te diviertes las demás personas que te tenemos un mínimo de cariño estamos amargándonos.
¿Me oyes?


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