miércoles, 14 de marzo de 2012

Un sonido peculiar.

Se oye mucho ruido, como para poder romper un cristal, ¿qué será?, parecen personas, gente, de todo tipo; no les entiendo, no entiendo lo que dicen, no se si hablamos la misma lengua.

-"Hola, ¿qué pasa?". 
Todos me miran de muy distintas formas, descaradamente. ¿Como lo interpreto?, ¿he dicho algo que no debiera?.
Rumores, nada más que eso, murmullos; eran molestos murmullos.
Me da la sensación de que esa gente son jugadores, la mayoría con "ases en la manga", que solo hacen eso, jugar, pero que les importa más el resultado que el solo hecho de participar. 
Me parece que juegan al "teléfono estropeado", yo jugaba de pequeño, era muy divertido, salían frases absurdas.
No me digáis porqué, pero creo que no estoy en el lugar adecuado, ni en el momento correcto, o quizás si; contra el destino no se puede competir.

Siguen y siguen "jugando". Parece que no avanzan. Traman algo.
No se dan cuenta de lo que pasa a su alrededor, obvian la realidad. La realidad es que están solas, nadie entra en su "juego". Y es que no son honestas, jugando con trampas no se puede ser.
Siguen hablando, gritando, murmurando, cada vez en un tono más y más alto, ensordecedor, pero ensordecedor de las gilipolleces que componen esas palabras, esos gritos, esos murmullos.
Sus argumentos se reposan en la contradicción, se basan en la mentira.
El final de esta historia llegará cuando, de tanto ruido molesto, se queden sordos. Una pena que no se queden mudos también.

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