lunes, 23 de enero de 2012

El que no arriesga no gana.

Abrir los ojos y no ver lo que quisieras ver, impotencia, sientes que el mundo se abstiene de toda dificultad y de todo reto, no tienes la autoridad suficiente. No te escuchan, te ignoran.
Te envuelven en el estado de agonía permanente en el que ellos están sumidos.
Pasas de ser la persona más feliz, gracias a momentos con los que de verdad te quieren, literalmente hablando, con las personas que no fingen que lo hacen; a ser una persona que odiarías.

Reflexionas sobre el futuro, aunque quede lejos, da igual, tu reflexionas, y sobre el pasado, le das vueltas a todo lo que has hecho y piensas "¿Lo habré hecho bien?"; no obtienes respuesta, y si la obtienes es negativa. "¿Para qué tanto esfuerzo?".

Obvias el presente y no le das importancia, lo dejas a un lado, si, vives, estás vivo ¿y qué?, si en éste mundo solo se sabe reprochar y echar en cara lo que hacemos mal; nadie, y digo nadie te premiará, suficientemente, lo que haces bien.

La sociedad ha sido creada para llenar el vacío que tenemos cada persona, supuestamente; aunque a veces parezca que ha sido fabricada para que nos angustiemos y decaigamos cuanto antes. La sociedad no puede parar el ciclo reproductor de la vida.
La vida es como una enfermedad de transmisión sexual; la sociedad no es la cura, no la erradica, pero si que puede hacer que dure menos, y eso es exactamente lo que hace.

El final de toda esta historia es la evaporación de todo infectado. ¿Y a quién le importará entonces?, a nadie, prácticamente igual que ahora.
Solo hay una solución, es muy arriesgada y solo unos pocos lo consiguen: tienes que quererte y confiar en ti mismo.

sábado, 14 de enero de 2012

Ya no sé a qué atenerme.


Dolor de cabeza, cansancio, sueño,... excusas producidas por la realidad corpórea con el mero fin de no realizar la actividad que debiera, mera vaguería.
Todo ello deriva en las malas acciones, en la falta de voluntad, en la falta de autocontrol, en las modas pasajeras que al final no son tan pasajeras y se convierten en costumbre, en un modo de vida.
No destroces nada, no fuerces, simplemente disfruta.

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